Los diapasones son objetos de metal (en nuestro caso aluminio) con un mástil, horquilla y dos brazos, que cuando se golpean producen una vibración sonora. Ya eran utilizados en el Antiguo Egipto, como muestran algunos grabados conservados en el Museo Metropolitano de Arte de Manhattan. Su uso más conocido es el de afinar instrumentos musicales. Pero no es el único.
A lo largo de la historia la Medicina los ha utilizado en diferentes ámbitos a medida que las investigaciones han ido descubriendo nuevos usos.
Los diapasones se utilizan para mejorar la salud debido a su capacidad de emitir vibraciones en frecuencias concretas. Cuando se golpea un diapasón, no solo hace vibrar la horquilla en sí, sino que también hace vibrar el espacio aéreo circundante con la misma frecuencia. Esta vibración se puede aprovechar para ayudar a aumentar la energía de curación interna de la persona.
El poder sanador de los diapasones tiene que ver con la frecuencia que cada uno emite. Gracias a diferentes investigadores hoy tenemos acceso a las frecuencias que se asocian a chakras, órganos, emociones, estados mentales, etc.
¿Cómo funcionan los diapasones terapéuticos para sanación?
La vibración restablece las funciones naturales del cuerpo en órganos internos, músculos, articulaciones, chakras, meridianos y puntos reflejos, cuerpos sutiles o energéticos. El sonido y la frecuencia de vibración afectan a cada átomo y cada célula, beneficiando a la salud de diferentes maneras:
- Mejora la salud física general.
- Alivia el dolor.
- Equilibra el sistema nervioso.
- Reduce la inflamación.
- Induce a la relajación y la armonía interna.
- Mejora la circulación y oxigenación de los órganos.
- Facilita la eliminación de toxinas.
- Descontractura músculos y tonifica tejidos.
- Elimina bloqueos energéticos.
- Equilibra mente y emociones.
- Facilita estados de conciencia propios para meditación, concentración y estudio.
- También se usan para tratamientos de estética y rejuvenecimiento de la piel.
Cada órgano de nuestro cuerpo, cada centro energético, e incluso los meridianos estudiados en Medicina Tradicional China tienen una frecuencia óptima de funcionamiento que puede verse alterada por contaminación (química, acústica, etc), mala alimentación, stress, conflictos y emociones negativas (rabia, odio, rencor…). Esto produce bloqueos que restan vitalidad y calidad de vida a la persona. Con los diapasones podemos restablecer el equilibrio gracias a la «resonancia simpática», sometiendo cada órgano, chakra o meridiano a la vibración que más le conviene, pudiendo así reparar daños y bloqueos a nivel profundo.
Estos tratamientos no pretenden sustituir la atención médica especializada, sino más bien complementarla o incluso prevenir dolencias, además de formar a la persona para que tome conciencia sobre cómo puede mejorar sus hábitos de vida para incrementar su salud.
Uso de los diapasones en estética
La sinergia de diferentes frecuencias de diapasones junto con piedras como el cuarzo rosa y el cristal de roca pueden conseguir, mediante un placentero masaje facial, disminuir las arrugas de expresión y otros signos de envejecimiento.
Se trabaja sobre la piel y en puntos de acupuntura para conseguir varios efectos:
- A nivel biológico: aumenta la oxigenación y el flujo sanguíneo, estimulando un proceso de limpieza y rejuvenecimiento de las células de la piel.
- A nivel energético: a través de los meridianos se estimula el sistema nervioso y el sistema inmunológico, favoreciendo así un efecto saludable que se refleja en un mejor estado de la piel.
- A nivel emocional: la placentera relajación del masaje facial con piedras y diapasones produce una sedación nerviosa con un profundo estado de bienestar y energía que dura varias horas. Y, por si fuera poco, mejora el carácter y la alegría interna.
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